La reforma fiscal que está tramitándose actualmente en el Parlamento introduce novedades en el tratamiento de las plusvalías no sólo en cuanto al tipo impositivo aplicable sino también en la medida que elimina las correcciones monetarias y los coeficientes de abatimiento aplicables a las transmisiones de bienes adquiridos antes de 1994.
Así, en el caso de bienes inmuebles. hasta la fecha, se corrige la inflación aplicando sobre el valor de adquisición coeficientes de depreciación monetaria, aprobados cada año en los Presupuestos Generales del Estado.
Además, aquellos adquiridos antes del 31 de diciembre de 1994, tienen derecho a una reducción por la plusvalía generada entre la fecha de adquisición y el 19 de enero de 2006.
Por otra parte, se produce una rebaja en el tipo de la base del ahorro, pero es posible que dependiendo de la antigüedad de éste no compense la rebaja con la pérdida de los coeficientes correctores y de los de abatimiento.
Por eso, si está pensando vender su inmueble y éste lo tiene desde hace tiempo es posible que le merezca la pena adelantar la venta antes del 31 de diciembre.
Si por el contrario, el inmueble que pretende vender es de reciente adquisición, quizás le resulte más ventajoso esperar a venderlo a partir del 1 de enero de 2015, debido a la rebaja de tipos.
Como hemos comentado, en la reforma también está prevista la rebaja de los tipos impositivos que se aplican sobre las ganancias patrimoniales. Sin embargo, ello no compensa el golpe fiscal que sufrirán muchos contribuyentes. Actualmente, las plusvalías, generadas en más de un año, tributan al 21% para los primeros 6.000 euros de beneficio. Entre 6.000 y 24.000 euros pagan el 25% y a partir de ese nivel se aplica un 27%. En 2015, independientemente del plazo en el que se generen las plusvalías (van todas al tipo del ahorro) los primeros 6.000 euros tributarán al 20%, entre 6.000 y 50.000 euros aplicarán un 22% y por encima de ese umbral pagarán un 24%.